¿Qué puedo hacer por tí?
Perder a un "familiar peludo" puede incluso ser más doloroso que perder a un familiar humano, debido a que nuestra conexión emocional suele ser más intensa, incondicional, libre de juicios y dramas del ego. Sin embargo a menudo nos sentimos incomprendidos por familiares y amigos, incluso ridiculizados. Eso hace que nuestro duelo sea todavía más doloroso!
Contar con el acompañamiento de alguien que nos entiende puede ser un gran alivio. Yo además te puedo aportar una comprensión profunda, no sólo de lo que te está pasando a ti, sino del proceso que está haciendo tu querido animal.
Conocer y
comprender sus deseos y su perspectiva sobre el proceso de la muerte, elimina todo sentimiento de culpa que pudiera surgir y te llena de la paz que necesitas para transitar tu duelo de forma saludable.
Un poema: El puente del arco iris
Inspirado en una leyenda nórdica
Al borde de un bosque, al pie de una colina
hay un prado verde y exuberante donde el tiempo se detiene.
Donde corren los amigos del hombre y la mujer,
Cuando su tiempo en la tierra ha terminado.
Porque aquí, entre este mundo y el siguiente,
hay un lugar donde cada amada criatura encuentra descanso.
En esta tierra dorada, esperan y juegan,
Hasta que un día cruzan el Puente del Arco Iris.
Ya no sufren, ni de dolor ni de tristeza,
Porque aquí están completos, sus vidas llenas de alegría.
Sus miembros han sido restaurados, su salud renovada,
Sus cuerpos se han curado, con la fuerza imbuida.
Juguetean por la hierba, sin preocuparse,
Hasta que un día se sobresaltan y olfatean el aire.
Todas las orejas se aguzan, los ojos se lanzan al frente y atrás,
Entonces, de repente, uno se separa de la manada.
Porque justo en ese instante, sus ojos se han encontrado;
Juntos de nuevo, persona y mascota.
Así que corren el uno hacia el otro, estos amigos del pasado,
El tiempo de su separación por fin ha terminado.
La tristeza que sintieron mientras estaban separados,
Se ha convertido en alegría una vez más en cada corazón.
Se abrazan con un amor que durará para siempre,
Y entonces, lado a lado, cruzan... juntos.
© 1998 Steve and Diane Bodofsky.